Desde típicos cantos religiosos, hasta empanaditas de iglesia, las costumbres religiosas antioqueñas son tan vigentes como la devoción de los habitantes de esta región de Colombia.
En la tradición católica, es común que la religión sea un aspecto aprendido de generación en generación. Por eso, es costumbre que, sobre todo los domingos y en épocas como la Semana Santa, muchas personas visiten la iglesia con su familia, incentivando la práctica de este rito a través de la compañía, de los cantos (que todo el mundo aprende en poco tiempo) y de los ritos en torno a esta práctica religiosa.
Otra costumbre que es común, sobre todo en los pueblos de Antioquia y del país es la de vestirse de gala para asistir a un rito o celebración religiosa, es por eso que en muchos lugares cuando se habla de ¨dominguera¨se hace referencia a la ropa buena, a la mejor, a la de gala, o a la que se usa los domingos para visitar la iglesia.
Esta práctica por supuesto también se puede ver en celebraciones como el Viernes, Sábado y Domingo Santo, en los bautizos, primeras comuniones y bodas, así como por supuesto, en el 24 de diciembre, fecha en la que, sobre todos los niños, estrenan ropa para conmemorar la fecha del nacimiento de Jesús. A esta práctica se le denomina, ¨el estrén¨.
En la conformación de los parques de los barrios y pueblos de Antioquia, es común que la iglesia sea un elemento principal alrededor del cual se encuentran otros lugares como la casa cural, la Alcaldía, o la barbería.
De hecho, en el Pueblito Paisa, que es una réplica de un pueblo típico antioqueño de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, se puede identificar fácilmente esa tradición.
Precisamente, en torno a la iglesia elementos gastronómicos como las empanaditas de la iglesia o las cafeterías hacen parte de la cotidianidad de quienes asisten a los ritos religiosos.
Pero no solo las tradicionales empanadas de iglesia son protagonistas en las tardes de domingo después de asistir a la iglesia, también las personas suelen aprovechar esta visita, para quedarse en el parque y deleitarse con los típicos dulces antioqueños como las obleas, los churros, los merengones o las solteritas.
Incluso, quienes van antes de la hora de almuerzo, compran pollo frito de algún asadero cercano, para después compartirlo en familia.
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En Medellín por ejemplo, los Mercados Campesinos, que se ubican en veinte de los parques más tradicionales de Medellín, pueden ser visitados por las personas cada fin de semana en las horas de la mañana.
Por su parte, quienes visitan la Catedral Basílica Metropolitana de Medellín en el Parque Bolívar, pueden aprovechar para curiosear también en el Mercado Artesanal San Alejo, el primer sábado de cada mes.
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Por último, otro lugar que recomendamos como un infaltable para el turismo religioso de Medellín es el Cementerio Museo San Pedro, Patrimonio Cultural de la Nación y que cuenta con talleres y recorridos que van desde acompañamiento al duelo, hasta recorridos nocturnos para entender el oficio de quienes trabajan en un cementerio.
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